Bienvenidos a mi blog

La razón de incluir este blog en una web de formación como es identidadymision.com es crear una ocasión continuada de expresar ideas, y de compartir experiencias, que como ser humano, como amigo, como padre, y -en todo caso- como cristiano, he adquirido y acumulado a lo largo de una vida que empieza a ser... dilatada en el tiempo.

¡Ojalá, pueda lograr ese objetivo!

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viernes, 4 de febrero de 2011

¿OBEDECER, HUMILLA O ENSALZA AL SER HUMANO?

  Aún resuena en mis oidos la primera pregunta del Catecismo, que-de niños-nos aprendimos de memoria :"¿Cuál es la señal del cristiano?", y la respuesta: "la señal del cristiano es la Santa Cruz, porque en ella murió Jesucristo para redimirnos de nuestros pecados".
Que la Cruz sea el distintivo de los cristianos no significa que quienes nos confesamos cristianos debamos llevar en lugar bien visible, en el cuello o en la solapa, un Crucifijo.

Me conmueve oir, como dirigidas a mí, aquellas palabras de Jesús Resucitado a María Magdalena:"vete a mis hermanos y diles: subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios"(Lc.20,17).
Meditar este texto me lleva a saborear el inmenso Don de la filiacion divina ; gracias a la entrega obediente de Jesucristo en la Cruz,  tenemos a nuestro alcance la posibilidad de compartir con Él la Vida, y ser, en Él, hijos para Dios Padre.


Desde entonces, la Cruz es un signo visible de obediencia, de la obediencia amorosa del Verbo humanizado, a su -nuestro- Padre del Cielo.
  Siendo Jesús, además de Dios, Hombre perfecto, la consecuencia no ofrece dudas: obedecer es algo propio, específico, del ser humano, un rasgo distintivo de su identidad.


 "Obedecer es emplear la propia voluntad-guiada por la razón- en hacer propia la voluntad de otro".....En nuestros días, la obediencia está desprestigiada, se entiende que someterse a alguien rebaja la dignidad del hombre...., y en cierto sentido es verdad : sólo hay un "otro" que no humilla a quien le obedece, el mismo Dios, ¡tan alta es la dignidad humana!...,aunque bien pensado, siendo-como somos- réplicas contingentes de Dios, Él no es propiamente "otro" para nosotros..., de algún modo podríamos decir que Dios es para cada uno "su mejor yo".


Él ha planeado,con inmenso amor, nuestra vida, y establece el modo de ir desvelándonos sus planes cada día,cada hora,cada minuto, cada instante; se vale de personas e instituciones, a las que autoriza a guiar, en su Nombre, nuestros pasos en el camino de vuelta a Él : toda Autoridad legítima...empezando por la de los padres.
"Los que son guiados por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios", afirma San Pablo, (Rom. 8,14), es decir, el signo distintivo del cristiano es la obediencia al Espiritu Santo.


Someter la inteligencia y la voluntad a nuestro Creador y Dueño, no sólo no nos enajena, ni frustra nuestra realización personal, sino que nos permite ser "nosotros mismos", es más, solo somos nosotros mismos cuando obedecemos a Dios...que nos dicta su voluntad en la conciencia -bien formada y no deformada- , ayudada por voces, con acento humano... en las que debemos aprender a distinguir el timbre de la voz de Dios.

Enlazando con el principio, podríamos preguntarnos...¿cuál es la señal del cristiano?, y deberíamos contestar : la señal del cristiano es la obediencia, la obediencia...al Espíritu Santo.

1 comentario:

  1. Planteo una pregunta: ¿Habría que obedecer si nos impusieran el quitar los crucifijos de las aulas?

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